La ciencia participativa (o ciudadana) entendida como un proceso de construcción colaborativa de conocimiento científico en el que ciudadanos y ciudadanas contribuyen activamente con su conocimiento, experiencia o tiempo. Este proceso se viene posicionando en el último siglo a nivel mundial como una forma innovadora de hacer ciencia. El principal factor que ha influido en el posicionamiento y crecimiento de la ciencia participativa a diferentes escalas es la tecnología (Silvertown, 2009; Dickinson et al. 2010). Al igual que la ciencia per se, la ciencia participativa está influenciada por avances tecnológicos y sociales, como el rápido aumento de los niveles de educación durante la última parte del siglo XX o el crecimiento muy reciente de la red social bidireccional (Web 2.0), los servicios de almacenamiento en la nube y los teléfonos inteligentes (Haklay, Mazumdar & Wardlow, 2018). Estas transiciones han dado paso, en la última década, a un rápido crecimiento en la participación de millones de personas en la recopilación de datos y el análisis de información como parte de proyectos científicos (Haklay, Mazumdar & Wardlow, 2018).