Abstract
Los ecosistemas acuáticos de Latinoamérica y el Caribe, juegan un rol fundamental en la resiliencia al cambio climático. La deforestación, el sobreconsumo de agua en un contexto de escasez y cargas contaminantes por uso de fertilizantes, son problemas que reducen la resiliencia y son factores determinantes en la pérdida de biodiversidad, profundizando las brechas sociales y de género. El manejo sostenible, las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) y la conservación
con perspectiva de género, deben ser ejes principales de programas de adaptación al cambio
climático.